Desarrollo Auténtico

¿Quieres trabajar en tus defectos? ¿Desarrollar tus facultades? ¿Mejorar tus posibilidades de vida?

Puede ser que tu motivación para hacerlo provenga de una auto-crítica destructiva, de forma que puede impulsar tu desarrollo, pero en una dirección (auto-)impuesta. Es decir, en una dirección que obedece a expectativas externas en vez de facilitar el desarrollo auténtico de tu potencial.

Lo que sigue es un extracto de un artículo mas largo en el que hablo de ese tema importante.

La Naturaleza del Desarrollo

Después de varios años de trabajo como instructor de A.F.I. había un tema que me estaba inquietando cada vez más. Observaba que con A.F.I. mis alumnos estaban en condiciones de aumentar rápida- y considerablemente su bienestar emocional y corporal. Esto ocurría en forma ilimitada y no como un mecanismo de evasión; sino que se lograba considerando e integrando sus partes excluidas y reprimidas.

Resultaba evidente que aquí había una herramienta que permitía el auto-desarrollo de manera sencilla y natural, y que se presentaba como una “clave para la alegría existencial”, porque realmente de ésto se trata.

Lo que me llamaba la atención era que no sólo la represión de los sentimientos se presentaba como límite del bienestar, sino que en muchas ocasiones el límite surgía con expresiones como: ¡No aguanto tanto bienestar!”, “Disfrutar tanto está prohibido”, “No es posible que ésto sea tan fácil”.

O sea que, para algunas personas A.F.I. funcionaba ¡demasiado bien! Observando con más detenimiento estos fenómenos, me pregunté cuál sería la naturaleza del auto-desarrollo y cuáles serían las limitaciones aprendidas. Para aquellos que se interesen en un auténtico auto-desarrollo, a continuación les daré algunas pautas para tener en cuenta en su camino.

Los cuatro factores del auto-desarrollo autentico y el síndrome del ACD

Al lado de la casa donde pasé mi niñez había un enorme castaño. Aún recuerdo que ya entonces me llenaba de un gran asombro darme cuenta de que en la pequeña semilla del castaño no sólo existía el potencial para un gran árbol, sino para generaciones enteras de castaños.

También hoy día, cuando observo la existencia y su inconmensurable fuerza de creación, me resulta inimaginable que todo este proceso ocurra mediante la crítica destructiva de sí misma. Cosa que sí hacemos nosotros cuando queremos hacer algo para nuestro desarrollo.

Criticarnos a nosotros mismos no es necesario para nuestro desarrollo. ¡Todo lo contrario! Por ejemplo: los niños aprenden fácilmente procesos complejos como: agarrar, hablar, correr, y lo hacen jugando. Aprenden con más facilidad si reciben aprobación y apoyo cariñoso por lo que ya están haciendo, que si reciben desaprobación por lo que no lograron. Realmente no necesitamos esa mirada crítica, nada cariñosa pero muy común, hacia nosotros mismos, y menos aún cuando nos queremos desarrollarnos.

Los cuatro factores del autodesarrollo

Sin embargo, sí veo como elementos fundamentales para nuestro desarrollo los siguientes factores:

  • Completo e incondicional amor a sí mismo (auto-estima).
  • Expansión de mi potencial único.
  • Interacción con el medio;
    integración de los sentimientos y las experiencias que surgen a partir de eso.
  • Consolidación de los logros.

Evidentemente, en ningún momento del proceso de auto-desarrollo es necesario o fructífero criticarse a si mismo. ¡Todo lo contrario! Sin embargo, lo seguimos haciendo una y otra vez. Una mujer de 35 años quiere adelgazar y cada vez que come demasiadas golosinas se critica destructivamente y se maljuzga por su falta de disciplina. Un hombre de 42 años quiere sentirse más seguro de si mismo y cada vez que se da cuenta que tiene miedo y no se anima a hablar, se maljuzga y se critica totalmente. Yo mismo me he criticado durante años por la falta de organización, y cuando más rabia me daba, ¡menos fructífero era!

Por lo visto, a pesar de que este comportamiento evidentemente no nos proporciona éxito, ¡lo seguimos haciendo! Está tan sobreentendido hacerlo y es tan común en nuestro medio social, que no nos llama para nada la atención. Entonces, para sacarlo de ese anonimato sobreentendido, le puse un nombre: el Síndrome de la Autocrítica Destructiva (abreviado: síndrome de ACD).

El síndrome de la autocrítica destructiva (ACD)
Este síndrome comienza con una crítica hacia nosotros mismos que minimiza el amor que nos tenemos. Contiene los siguientes pensamientos:

  • Me tengo que criticar por mi defecto XY.
  • Ese error significa que no me puedo querer en un 100% tal como soy.
  • Tengo que trabajar duro conmigo y cambiar XY para merecer cariño.
  • Cuanto más duro me critico por XY, más motivación voy a tener para trabajar conmigo mismo.

A veces, vamos a talleres de auto-desarrollo (¡incluso de A.F.I.!) con esta postura interior que está caracterizada por el síndrome de ACD. Nos decimos: “Voy a trabajar sobre mi defecto XY y luego voy a poder quererme a mi mismo”. Esto por lo general es el comienzo de un círculo vicioso. El defecto XY puede ser por ejemplo: estructuras limitantes y vicios, sentimientos reprimidos, experiencias dolorosas en la infancia, traumas de nacimiento, vidas pasadas, etc. Y así, podemos encontrar a través de los diferentes métodos, siempre más material para nuestro círculo vicioso. Esto alimenta y satisface quizás aquella parte en nosotros que piensa que tal como somos no estamos bien y que debemos hacer un esfuerzo para mejorar y merecer cariño.

Pero esta parte nos fue impuesta. Si le hacemos caso, simplemente sustituimos nuestro auto-desarrollo auténtico por un “desarrollo enajenado”. ¿Acaso es auténtico desarrollo por ejemplo, cuando alguien que justo necesita y quiere desarrollar su potencial y su capacidad de amar, en vez de hacerlo, mediante el síndrome de ACD, termina con el corazón enfermo al punto de un infarto, pero “exitoso” como jefe de una de las secciones de su empresa?

El auto-desarrollo auténtico no sucede a través del síndrome de ACD, sino a través de la expansión del potencial existente. Me refiero a una postura interior en la cual miramos con cariño cuáles son los errores que hicimos, qué estamos aprendiendo y qué queremos fortalecer.

El síndrome de ACD debilita los factores de auténtico auto-desarrollo.

ACD

  • Es opuesto al amor completo e incondicional a si mismo.
  • No permite la expansión en el propio potencial.
  • En vez de celebrar los errores como oportunidad para aprender
    utilizas los mismos para desvalorizarte a ti mismo.
  • No nos permite reconocer lo logrado y disfrutarlo plenamente porque la próxima falta de algo (o meta aún no lograda), es el motor para el círculo vicioso de ACD.

¿Que se puede hacer …
para desarraigar el síndrome del ACD y embarcarse en un verdadero desarrollo auténtico?

Por supuesto que la práctica del A.F.I ayuda, ya que trabaja con la expansión en el bienestar y fomenta el auto-estima. Pero también hay ejercicios específicos que ayudan para resolver el ACD.

Este texto es un extracto de un artículo de 20 páginas. Si lo quieres tener en formato .pdf, envíame un mensaje.

3 respuestas to “Desarrollo Auténtico”

  1. Ana Maria Garcia Says:

    Me encanta el enfoque de lo que se propone.
    Siento que se puede aprender mucho de uno mismo al estar en contacto con todo el ser, es decir con sus luces y sus sombras…
    Muchas gracias por abrir otra vision sobre el camino para mejorar.

    Cordial saludo y felicitaciones,

    Ana Maria Garcia

  2. Olga Bermúdez Says:

    Damian:

    Me parece muy útil lo que planteas en este artículo y me gustaría conocerlo en su totalidad por lo cual te pido el favor de enviarmelo a mi e-mail.

    Muchas gracias,

    Olga

  3. marcia Mediavilla Says:

    Me interesa mucho la charla, creo que será muy positivo para el desarrollo
    pleno de mi ser-
    Saludos
    Marcia

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